La lengua geográfica es una afección bastante común que se caracteriza por la aparición de manchas rojas y lisas en la lengua. Las lesiones van variando en tamaño y forma y sus bordes irregulares pueden ir cambiando de ubicación con el tiempo.
Su causa exacta se desconoce, pero factores como el estrés, infecciones, reacciones alérgicas, deficiencias nutricionales o enfermedades autoinmunes pueden influir en ello.
Aunque a primera vista puede parecer preocupante, generalmente suele ser benigna y no causa problemas graves. De hecho, en la mayoría de los casos no requiere tratamiento médico, desapareciendo por sí sola con el tiempo. Eso sí, si los síntomas empeoran o van acompañados de dolor, es recomendable consultar a un profesional de la salud.
¿Qué es la lengua geográfica?
También conocida como glositis migratoria benigna, la lengua geográfica es una condición que afecta la superficie de la lengua, pero que no resulta grave ni contagioso.
Suele caracterizarse por la aparición de zonas donde las papilas gustativas desaparecen temporalmente. Formando áreas lisas y rojas que contrastan con las zonas circundantes, que pueden verse más blancas o rosadas, dando a la lengua un aspecto que recuerda a un mapa. De ahí el nombre «geográfica».
Su curso tiende a ser cíclico, lo que significa que las lesiones pueden aparecer, desaparecer y cambiar de lugar a lo largo del tiempo. Además, la mayoría de las veces no produce ningún síntoma, algunas personas pueden experimentar sensaciones de ardor o mayor sensibilidad en la lengua, especialmente al consumir ciertos alimentos.
Lengua geográfica: causas, síntomas y tratamiento
A continuación, explicamos cuáles son las causas más comunes, los síntomas más habituales y las opciones de tratamiento disponibles.
Lengua geográfica: causas más frecuentes
La lengua geográfica no tiene una causa única conocida, pero hay diversos factores que pueden favorecer su desarrollo:
- Genética: los estudios han demostrado que los familiares de personas afectadas tienen más probabilidades de desarrollarla.
- Estrés y ansiedad: el estrés emocional se ha relacionado con diversas afecciones físicas, entre ellas la lengua geográfica. Las personas con altos niveles de ansiedad pueden experimentar brotes más frecuentes.
- Alteraciones hormonales: debido a los cambios hormonales que experimentan, las mujeres son más propensas a desarrollar lengua geográfica, especialmente durante el embarazo o la menstruación.
- Deficiencias nutricionales: falta de ciertos nutrientes, como vitaminas del complejo B o zinc, pueden favorecer su aparición. Por eso, para prevenirla, es recomendable llevar una dieta equilibrada.
- Medicamentos: algunos medicamentos, como los anticonceptivos orales, el litio y los antihipertensivos, pueden aumentar el riesgo de desarrollar lengua geográfica.
Síntomas de la lengua geográfica
A diferencia de otras afecciones como la lengua fisurada, la lengua geográfica suele ser asintomática. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar ciertos síntomas, como ardor o dolor en la lengua:
- Sensibilidad aumentada: la lengua puede volverse más sensible a ciertos alimentos, especialmente los ácidos, como los cítricos y los alimentos muy salados o picantes.
- Sensación quemazón o ardor: algunas personas pueden sentir una leve sensación de ardor en la lengua, especialmente al consumir determinados alimentos.
- Aparición de llagas o úlceras: en casos más severos, pueden formarse pequeñas úlceras o llagas en las áreas afectadas, lo que puede resultar incómodo. No obstante, normalmente desaparece con el tiempo.
En cualquier caso, la lengua geográfica no suele representar un riesgo para la salud y no afecta el sentido del gusto. Además, las zonas afectadas tienden a cicatrizar rápidamente. De hecho, la lengua es uno de los órganos que se regenera más rápido.
Tratamiento para la lengua geográfica
Por lo general, afección suele remitir por sí sola, por lo que no se suele requerir tratamiento. Sin embargo, cuando la afección genera molestias, hay algunas opciones que pueden ayudar a aliviar los síntomas. Entre los tratamientos más comunes destacan:
- Enjuagues bucales con anestésicos locales: estos enjuagues pueden ayudar a reducir la sensación de dolor o ardor, proporcionando alivio temporal.
- Corticoides tópicos: en casos más graves, los corticoides tópicos pueden ser recetados para reducir la inflamación y aliviar las molestias.
- Sucralfato: este medicamento se usa en algunas ocasiones para proteger las zonas irritadas y favorecer su cicatrización.
- Tacrolimús tópico: aunque no se usa ampliamente, el tacrolimús tópico también puede ser eficaz en el tratamiento de la lengua geográfica sintomática.
¿Y si el problema persiste?
En casos más graves o resistentes a otros tratamientos, si la afección persiste o se asocia con síntomas severos, el tratamiento con ciclosporina por vía oral puede ayudar a controlar la inflamación.
Además, es importante evitar todo aquello que pueda empeorar la condición, como alimentos muy calientes, ácidos o picantes, y mantener una buena higiene bucal. Usar pastas dentales sin colorantes ni preservantes también puede ayudar a reducir la irritación.
Así pues, aunque puede ser molesta o incluso llegar a preocuparnos al principio, la lengua geográfica es una afección benigna y no representa una amenaza grave para la salud. Además, los síntomas suelen ser leves y temporales, y en caso de necesitar tratamiento, suele centrarse en aliviar las molestias y favorecer la cicatrización.
Por eso, si experimentas síntomas similares, es importante que realices una visita al dentista para confirmar el diagnóstico y descartar otras posibles afecciones.