La ortodoncia es una de las especialidades de la odontología más antigua y la que quizá más veces se ha practicado. Es la que se encarga de prevenir, diagnosticar y tratar las anomalías en relación con las estructuras dentomaxilofaciales, con el objetivo de corregir cualquier tipo de alteración y así mantener una óptima salud bucodental.
La funcionalidad de los dientes y, por qué no decirlo, la estética dental, han sido una preocupación para la humanidad desde tiempos remotos. En los yacimientos arqueológicos se han encontrado restos que nos indican la presencia de tratamientos dentales rudimentarios para recolocar los dientes afectados. Se cree que el primer tratamiento ortodóntico de la historia lo hizo Celso en el siglo I dC ya que ha llegado hasta nosotros una obra suya sobre medicina en la que menciona algún tipo de técnica como por ejemplo la extracción de los dientes de leche en niños cuando erupcionan las piezas definitivas y no se han caído aquellos.
Plinio “el anciano”, también en el siglo I dC aconsejaba en su obra “Historia Natural” limar los dientes dientes demasiado largos para alinearlos con los demás. Sin embargo hasta el siglo XVII no se desarrolló la ortodoncia utilizando los avances tecnológicos de la época. Fue el odontólogo Pierre Fauchard en Francia, el primero que intentó enderezar los dientes utilizando distintos hilos de oro, seda y bandas de plata. Lo dejó escrito en su libro “Tratamiento de las irregularidades dentarias”. Además creó un aparato llamado “La bandelette”, en el que están basados los utensilios que utilizamos en la actualidad los ortodoncistas.
A principios del siglo XIX el inglés Joseph Fox publica el libro “Historia natural y enfermedad de los dientes humanos”, donde hace una clasificación de los distintos tipos de maloclusión. También muestra un aparato para corregir la mordida cruzada anterior y habla de las cubetas para tomar impresiones y de la aparatología removible. Es aquí cuando comienza a desarrollarse la ortodoncia como ciencia, ya que no había médicos especializados en esta disciplina. Sólo lo practicaban los barberos, sin ningún tipo de cualificación al respecto.
Poco a poco la ortodoncia evolucionó hasta nuestros días, aunque el desarrollo tecnológico actual continúa dándonos sorpresas y cada vez se desarrolla la técnica de una manera más precisa y eficiente. En la clínica dental de Argüelles conocemos los últimos avances para que nuestros pacientes se beneficien de ellos y podamos aportar lo mejor de nosotros mismos.