El apiñamiento dental es un problema más serio de lo que parece, y que no se limita solamente al ámbito estético, sino que además puede originar complicaciones más o menos grave. La causa fundamental de esto es que el hecho que las piezas dentales se apiñen da lugar a que no se pueda acceder a una correcta limpieza de esos recovecos.
Estos se convierten en un nido de bacterias, donde estas pueden refugiarse aprovechando la cálida temperatura de la boca, y allí emprender su labor destructora de la placa dental, nuestro natural escudo protector. Incluso pueden llegar hasta el nervio dental, acarrearnos grandes molestias y dolores intensos, e incluso provocar la pérdida de piezas dentarias.
Por todas estas razones, es preciso actuar cuanto antes contra el apiñamiento, allá donde este se manifieste. Desde edades muy tempranas, es indispensable combatir el apiñamiento y prevenir sus complicaciones y derivaciones perniciosas posteriores.
Apiñamiento dental en niños y adultos
La tendencia al apiñamiento de los dientes en edades tempranas, cuando se está dando, por ejemplo, la primera dentición definitiva, es la razón fundamental de que la ortodoncia sea tan empleada en niños. Este es un tratamiento odontológico que ha de estar en manos de profesionales especializados y cualificados, por muy diversas causas, que dan cuenta de lo complejo que resulta llevarlo a cabo de la más eficiente manera posible:
- A menudo, para el alivio de esta aglomeración de piezas dentarias, es preciso extraer algunas de ellas, de modo tal que la ortodoncia misma pueda garantizar que el movimiento de los dientes producido gradualmente por los brackets o las férulas, llene esos huecos. Estos huecos pueden ser utilizados para corregir lo que se conoce la discrepancia de anchura entre los arcos, y también entre los tamaños de los dientes (agenesia o discrepancia de Bolton): es decir, solventar un problema que no sólo es de índole estética por su asimetría, sino que también da como resultado una formación irregular de los arcos dentarios, que puede ser contraproducente para la mordida, para masticar, etc. El apiñamiento dental produce diferencias de anchura entre los arcos que dan lugar a problemas también de limpieza e higiene, como ya hemos dicho.
- Cuando se va a fijar un plan de ortodoncia para el paciente, siempre hay que partir de las características faciales, óseas y mandibulares de cada cual. Esto requiere de radiografías, exploraciones, y un pormenorizado diagnóstico del paciente. Partiendo de todo ello es como se podrá diseñar un buen plan de corrección del apiñamiento.
Sin embargo, hay que dejar bien claro que en muchos casos, la intervención quirúrgica y la extracción dental son innecesarias. Ello se debe a que, en muchos pacientes, el apiñamiento dental es relativamente leve, y por lo tanto no es una amenaza para la salud, pero sí un problema estético notable. Estos procedimientos de restauración odontológica estética son cada vez más solicitados, pero hay que recalcar que el especialista tiene la responsabilidad moral de esclarecer al paciente sin medias tintas qué casos requieren de ortodoncia y cirugía dental para evitar males mayores.
No obstante, si no es necesario realizar intervenciones quirúrgicas, las carillas de porcelana o los rellenos de resina pueden ocultar de manera muy eficaz y duradera las irregularidades de los arcos dentarios. De este modo, podremos lucir una bella sonrisa sin necesidad de someternos a largos tratamientos.
Sea como fuere, la salud es siempre lo primero, y hemos de contar con profesionales experimentados y fiables que nos aconsejen el mejor tratamiento y la mejor solución. Así por ejemplo, encontrar un buen dentista en Argüelles, como en otras zonas de Madrid, es algo que ha de hacerse con cuidado y con atención, pues se trata de algo tan crucial como el futuro de nuestra dentadura.