La Odontofobia es miedo o pánico al dentista. Según un estudio publicado el año pasado en la revista Journal of HealthPsychology, el 15% de las personas sufren de Odontofobia que a su vez afecta a más del 65% de los dentistas que tienen que tratar estos pacientes. En casi todos los casos, por culpa de esta fobia los pacientes retrasan su visita al dentista hasta que el dolor sea extremo y ya no pueden evitarlo. Para impedir este miedo existen diferentes técnicas de relajación (también hipnosis) para el paciente, que puede así reducir los niveles de ansiedad que se disparan con la mera idea de tener que acudir a una clínica dental. Los dentistas sabemos que para ayudar los pacientes, tenemos que reducir del tiempo en la sala de espera, poner una atmósfera y estética agradable. Algunos dentistas han decidido pintar las paredes de la sala de espera con colores más animados y hasta reproducir sonidos de relajación, aunque estas “precauciones” no funcionan con todos los pacientes.
Existen técnicas muy novedosas como la utilización de gafas con imágenes o videos en 3D que tienen como objetivo reducir la tensión y la ansiedad y por lo tanto la sensación de dolor durante las intervenciones dentales en niños o adultos. La comunicación paciente-dentista es muy importante, por eso sería bueno explicar al paciente lo que se va a hacer y qué herramientas vamos a utilizar.
El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Madrid ha implantado cursos para evitar la fobia y la ansiedad a las clínicas dentales en los que se trabaja con técnicas de autodirección y control del pensamiento.
Desde el punto de vista de los dentistas poder ayudar los pacientes a superar esta fobia es un valor añadido a sus servicios. Según el problema bucodental que sufre el paciente, el tiempo es su peor enemigo y puede no sólo provocar complicaciones sin más dolor.