Cuando hablamos de radiografías dentales nos estamos refiriendo a una prueba que sirve para tener una mejor imagen de la boca del paciente, a menudo utilizadas para diagnosticar algún tipo de patología. Es más que probable que nuestro dentista u odontólogo habitual haya considerado la necesidad de utilizar dicha técnica para preservar nuestra salud bucodental. Como seguro que ya sabéis, para poder realizar una radiografía de la boca es necesario utilizar rayos X, los cuales pueden llegar a ser perjudiciales en determinados casos. Por ello hemos querido dedicar el post de hoy a hablar sobre los posibles riesgos que conllevan y los diferentes tipos de radiografías dentales que existen.
¿Qué son las radiografías dentales?
Antes que nada nos gustaría ampliar un poco la información a este respecto. Una radiografía dental es un tipo de imagen que muestra tanto los dientes como el interior de los dientes y encías. En función de la densidad de los elementos de la cavidad bucal, podremos identificar los diferentes elementos. Las estructuras con aire se verán de color negro y los dientes, tejidos blandos y líquidos en color gris. El ojo experto del odontólogo podrá detectar las posibles irregularidades de la boca en función de cómo aparezca la radiografía: caries, dientes impactados, fracturas en la mandíbula, problemas de oclusión y un largo etcétera.
A la hora de emplear esta técnica los profesionales de la salud dental tendrán en cuenta los diferentes factores de influencia. A continuación, descubriremos más sobre la frecuencia y posibles riesgos asociados.
Frecuencia y posibles factores de riesgo en las radiografías
Aunque las radiografías dentales destacan por la cantidad mínima de rayos x que emplean para realizar la prueba, la frecuencia es lo que más tenemos que tener en cuenta a la hora de determinar los posibles riesgos.
Frecuencia de las radiografías
Dependiendo de nuestras circunstancias personales y las posibles enfermedades de nuestra boca, podremos esperar que se nos someta con mayor o menor frecuencia a este tipo de prueba diagnóstica.
Entonces, ¿cuántas radiografías dentales se pueden realizar al año sin riesgos? Lo habitual es que se realicen una vez al año o cuando cambiamos de dentista. Estas sirven para arrojar una imagen fehaciente y global del estado de nuestra boca. Por lo que va a ser muy importante a la hora de hacer una primera evaluación.
Como indicamos más arriba, en función de nuestras particularidades, nos someteremos a ellas con mayor o menor frecuencia.
La edad es el principal factor que influye en la frecuencia con la que nos sometemos a este tipo de tratamientos. Los más pequeños se realizarán más radiografías debido a que su boca evoluciona a una velocidad mucho mayor y es importante tenerla controlada en caso de que haya problemas.
El siguiente factor de importancia es nuestra salud dental. Tanto nuestros antecedentes como nuestra situación actual aumentará o disminuirá las probabilidades de que nos sometamos a este tipo de prueba.
Factores de riesgo
La carga de rayos x es tan mínima y la zona sobre la que se emplea tan específica, que en ningún caso va a suponer un problema para el paciente, independientemente de la edad. De manera que no debe preocuparnos someternos a los diferentes tipos de radiografías dentales. Y, en cualquier caso, el paciente contará con un delantal de plomo desde el pecho hasta la zona de la ingle, evitando así cualquier exposición sobre los órganos vitales.
Existe una única excepción: las mujeres embarazadas. Estas no se deberán exponer en ningún caso a radiación, ya sea en el dentista como en cualquier otro procedimiento médico. Esto podría poner en peligro el feto en desarrollo.
Tipos de radiografías
Ya sea por un problema de infección dental o la oclusión de las muelas del juicio , una radiografía dental ayudará al odontólogo a afinar el diagnóstico y favorecerá el tratamiento. Vamos a descubrir algunas de las radiografías dentales más habituales.
Radiografía intraoral
Como su propio nombre indica, las radiografías intraorales son aquellas que se hacen en el interior de la boca del paciente. Esto se consigue colocando la película radiográfica en la cavidad bucal. Dentro de las mismas podemos encontrar varias:
- Radiografías periapical: enfocadas a determinar la salud específica del diente. Se podrá observar desde la raíz hasta la corona, así como el tejido circundante.
- Radiografías interproximales: en este caso nos centramos en la corona del diente, y lo que el odontólogo buscará es la presencia de caries.
Radiografía extraorales
Al contrario de las anteriores, estas radiografías se hacen desde el exterior de la boca. Podemos distinguir dos tipos:
- Ortopantomografía: es una radiografía panorámica dental en la que nos muestra toda la mandíbula, dientes y maxilares.
- Teleradiografía: similar a la anterior, pero en este caso se muestra solo el lateral de la boca del paciente.
Esta es la información más relevante que tenemos que tener en cuenta a la hora de someternos a una radiografía dental. En cualquier caso, en la Clínica Dental González Baquero ponemos a tu disposición todo lo que necesitas saber sobre todos y cada uno de nuestros procedimientos. No dejes de venir a visitarnos.