El cepillo de dientes se ha convertido en una parte imprescindible de nuestra rutina diaria de higiene dental. Es tan útil y común que no nos paramos a pensar de dónde ha salido y desde cuando está con nosotros. En nuestra clínica nos gusta ofrecerte todo tipo de información sobre salud dental y por eso en nuestro blog, además de consejos para mantener tu salud dental en buenas condiciones, encontrarás curiosidades como la que hoy te traemos. Para que sepas un poco más sobre la historia de la odontología y el cuidado dental.
¿Cuándo se empezó a usar el cepillo de dientes?
En casi todas las épocas, los historiadores han encontrado utensilios que se utilizaban para eliminar restos de alimentos de la boca. Palos masticables, ramas de árboles talladas para este uso, etc. Sin embargo, el origen del cepillo de dientes surgió en China en el siglo XV. En la época imperial, se creó un artilugio compuesto por un mango de hueso con cerdas duras de cerdos. Era un elemento caro, por lo que su uso estaba reservado a la clase alta de la sociedad. Con el tiempo, el invento se fue extendiendo por todo el continente hasta que los mercaderes decidieron llevarlo hasta Europa. El cepillo fue evolucionando adaptándose a las necesidades de cada lugar. Por lo que, en Europa, se eliminaron las cerdas duras y se sustituyeron por otras más suaves como las de caballo.
El cepillo se elaboró con materiales animales hasta que llegó el desarrollo de un elemento mucho más útil y cómodo: el nailon. En el siglo XX, se decidió usar este material en vez de las cerdas de origen animal que podían transmitir bacterias y suciedad a la boca. Además, al ser demasiado duras, podían dañar las encías y provocar heridas que derivaban en problemas más graves. La odontología ya estaba presente en la sociedad y buscaba la mejor forma de ayudar a que la sociedad mantuviera sus dientes y encías sanas. En esta ardua tarea, recibieron la ayuda de muchos investigadores que centraron su análisis en el uso y los efectos del cepillo de dientes. Louis Pasteur fue uno de ellos y descubrió que la humedad presente en las cerdas de animales, propiciaba la aparición de hongos y bacterias, por lo que era necesario esterilizar los cepillos en agua hirviendo. Una solución mucho más higiénica pero que no era sostenible a largo plazo ya que terminaba por ablandar las cerdas y dejarlas inservibles.
Poco a poco se fueron introduciendo mejoras en este invento con el fin de hacerlo llegar al mayor número de personas. Pero este utensilio no llegó a toda la sociedad hasta 1780 cuando William Addis, un empresario inglés, produjo el primer cepillo de dientes en masa. El antecesor del que hoy usamos, llegó en 1930. Estaba realizado en nailon y ofrecía muchas más ventajas que el anterior. Se secaba más rápido, evitando la proliferación de bacterias, tenía una dureza adecuada y sus cerdas eran flexibles. Desde entonces, el cepillo de dientes ha ido mejorando y hoy en día podemos encontrar múltiples opciones de cepillos manuales y eléctricos.
La sociedad ya está muy concienciada sobre la importancia de mantener la boca limpia para evitar la proliferación de bacterias, pero no hay que olvidar que las rutinas de higiene son las que nos ayudan a mantener una buena salud bucal. La higiene dental es importante en todas las etapas de la vida, por eso es fundamental que te encargues de inculcar este hábito saludable a tus hijos. El cuidado dental infantil es imprescindible para un correcto desarrollo de dientes y encías. La limpieza dental es importante desde el momento en el que aparecen los primeros dientes, que deben ser limpiados con una gasa humedecida en agua. En el mercado encontrarás cepillos y pastas de dientes adaptadas a cada edad. Tu dentista te ayudará a elegir la más adecuada en cada caso. Reserva cita y te ayudaremos a elegir el primer cepillo de dientes bebe para mantener los dientes de tus hijos sanos desde el principio.