La alveolitis dental es una afección que se da cuando se extrae una muela. El espacio que hay en el hueso de la mandíbula se inflama y puede dar lugar a infecciones importantes si no se trata correctamente. Suele producirse con la extracción de los molares y los síntomas aparecen al segundo o tercer día después de la intervención. Se produce un dolor muy agudo en la zona afectada y un aliento muy desagradable en la boca propiciado por las bacterias.
El hueco dejado por la pieza extraída se llena de sangre formando un coágulo para proteger la zona, pero a veces ese coágulo se forma mal o puede desprenderse. De esta forma el alveolo queda expuesto a los gérmenes por lo que se produce una inflamación y posterior infección. Para evitar que el coágulo se desprenda se pueden seguir algunas sencillas recomendaciones. En la clínica odontológica después de una extracción colocan una gasa en el alveolo. Si el paciente se desprende de la gasa demasiado pronto puede arrastrar el coágulo y dar a pie a la infección. Otro aspecto importante es respetar la dieta blanda que el odontólogo pide a los pacientes con piezas extraídas. El hecho de comer alimentos duros los primeros días puede suponer un problema en el alveolo, así como el hábito de fumar y beber a través de una pajita. El poder de succión puede arrancar el coágulo fácilmente y dejar expuesta la zona para las bacterias.
Sobre los tratamientos dentales de la alveolitis dental cada odontólogo debe valorar al paciente y evaluar el mejor tratamiento posible. Normalmente el profesional lava la cavidad afectada y busca el efecto natural de nuevo de la intervención. Es decir, un sangrado para que se forme el coágulo de nuevo y esta vez no haya complicaciones. El uso de antibióticos puede estar indicado para evitar una posible infección, pero es improbable que vuelva a suceder. En nuestra clínica dental de Alberto Aguilera tratamos las extracciones con especial cuidado y hacemos un seguimiento de los pacientes para evitar posibles complicaciones.