Beneficios de una técnica que aporta un mayor confort al paciente
La sedación consciente es una de las herramientas que más utilizan los odontólogos para efectuar sus tratamientos dentales, especialmente indicada para algunos más complejos y que requieren la total relajación del paciente, ya que implica el uso de fármacos que disminuyen las capacidades del sistema nervioso.
La sedación consciente se suele utilizar en tratamientos como la colocación de implantes dentales, una intervención que necesita de mayor concentración y una mayor disposición del paciente. Por supuesto, esta técnica debe administrarse por parte de profesionales con la cualificación y el instrumental necesarios para llevar a buen puerto el procedimiento.
Según recientes estudios publicados en el campo de la Odontología, casi un 65% de los pacientes que acuden a una clínica dental sufren algún tipo de ansiedad o miedo a los tratamientos dentales. Incluso puede incrementarse en los pacientes que no acuden nunca a la consulta.
Sedación consciente para rebajar la tensión
Mediante la utilización de la sedación consciente, se disminuye la ansiedad y la tensión para aquellos pacientes que sufren de auténtico pánico y temor cuando acuden a la consulta del dentista (dentofobia). Además cuenta con la particularidad de que produce cierta amnesia para que la persona recuerde mínimamente la intervención. También consigue reducir los movimientos involuntarios que se producen en el tratamiento y el profesional puede trabajar mejor.
Es importante recordar algunos puntos a tener en cuenta después de la aplicación consciente. El paciente, una vez terminado el tratamiento, tendrá la capacidad de mantenerse en pie y andar por espacios reducidos. También dispondrá de una tensión arterial normal y una buena función respiratoria. Es recomendable que esté acompañado por alguien en las horas siguientes a la sedación consciente y tampoco podrá conducir vehículos hasta al menos pasadas las 24 horas.
El principal objetivo de la sedación consciente es ofrecer al paciente mayor confort y relajación cuando tiene que enfrentarse a algunos tratamientos dentales que pueden resultar más largos y complejos. Cuando el paciente está tranquilo, el profesional puede trabajar con mayor comodidad y acortar el tiempo del tratamiento en la medida de lo posible. De esta forma, el beneficio es para ambos, especialista y paciente. En ciertas ocasiones el paciente puede responder a los distintos estímulos del odontólogo, colaborando con él siempre que lo necesite.
En nuestra clínica dental de Madrid disponemos de todos los medios necesarios para llevar a cabo una sedación consciente de calidad y con todas las garantías para el paciente. Si tiene cualquier pregunta sobre este tema no dude en consultarnos.