El torus mandibular es un concepto relacionado con la salud bucodental que no todo el mundo conoce, de hecho, muchos no han oído hablar siquiera de él, ya que es un tanto desconocido. Hay que decir que normalmente resultan inocuos y no suponen ningún peligro para el paciente, aunque en determinados casos sí que hay que tratarlos.
En este post te explicaremos los dos tipos de torus que pueden aparecer: el torus mandibular y el torus maxilar, hablaremos de las causas que los provocan y los posibles tratamientos en caso de que alguno de ellos adquiera dimensiones importantes.
¿Qué es el torus mandibular?
El torus es una protuberancia del hueso que tiene forma nodular o redondeada y se suele formar en la mandíbula o en el paladar, siendo estos últimos más frecuentes que los mandibulares. Un aspecto importante a destacar es que no aparecen síntomas relacionados con estas protuberancias, suelen aparecer a partir de los 20 años y con el paso de los años van aumentando de tamaño de manera lenta.
Los torus pueden aparecer en la zona del paladar, el llamado torus maxilar, o en la parte inferior de la boca, llamado torus mandibular. Los torus se desarrollan en la zona interna de la boca, por lo que no se aprecian fácilmente y tampoco se ven cuando la persona sonríe.
En la mayoría de los casos, el torus aparece en la zona de los caninos y molares, aunque también pueden crecer en las zonas adyacentes a los incisivos.
Torus maxilar
Aparece en la línea media del paladar duro. Se trata de protuberancias de tamaños variables. No suele haber síntomas aunque es posible que se produzcan ulceraciones en la mucosa como consecuencia de microtraumatismos, ya que está situado en una zona muy expuesta.
Si el torus aparece en la zona superior, lo normal es que se ubique en el centro del cielo de la boca. La forma y el tamaño pueden variar, aunque lo más habitual es que su forma sea la de una línea que atraviesa el paladar.
Torus mandibular
Este tipo de torus aparece habitualmente con más frecuencia en la cara lingual de la mandíbula, suelen ser bilaterales y surgen sobre todo en la zona de los premolares. En ocasiones pueden ser muy voluminosos. El desarrollo óseo en la parte inferior puede presentar distintos tamaños y formas, a menudo asimétricas. A veces, puede presentar protuberancias de pequeños tamaños repartidas por toda la mucosa.
Otra ubicación donde pueden aparecer protuberancias óseas con formas redondeadas, ovales o nodulares es en la zona externa de los maxilares. En estos casos, se llaman exóstosis múltiples y la encía que los recubre puede ser un poco más pálida. En principio, estas protuberancias suelen ser pequeñas, aunque en ocasiones, pueden crecer e influir negativamente en la estética del paciente.
¿El torus supone un peligro para el paciente?
El torus no se puede englobar dentro de las patologías propias de la cavidad bucodental, por tanto no supone ningún peligro para el paciente. Además, tampoco presentan ningún tipo de sintomatología. Aunque, en el caso de que alcancen tamaños importantes pueden producir algún tipo de problema:
- Alteraciones en la estética.
- Dificultades para mantener una higiene bucodental óptima, ya que se acumulan restos de alimentos.
- Microtraumatismos que pueden producir ulceraciones.
- Problemas a la hora de pronunciar correctamente.
- Desajustes en las prótesis removibles que pueda llevar el paciente.
En los casos que el profesional considere que el paciente tiene un perjuicio importante por el torus puede decidir extraerlo. En este caso se realizará una intervención quirúrgica con anestesia local en la que se podrá rebajar con una lima o cortar con una fresa.
¿Por qué aparecen los torus?
Estas son las principales causas de aparición de los torus:
Problemas en la ATM (Articulación temporomandibular)
Cuando aparecen anomalías o complicaciones en el desarrollo de la ATM pueden afectar a la apertura de la cavidad oral y también al hueso, de ahí que en algunos casos, cuando esta articulación se forma de una manera incorrecta puede causar el crecimiento de un torus mandibular.
Mediante un golpe o traumatismo
En el caso de recibir un fuerte impacto o un traumatismo en la boca, la estructura ósea puede comenzar a hipertrofiarse y propiciar la aparición de un torus.
Por bruxismo y estrés
El torus mandibular tiene una relación muy estrecha con el bruxismo, ya que cuando se aprietan los dientes durante mucho tiempo, se provoca un mayor crecimiento del hueso y, por tanto, la aparición de las protuberancias del torus. Las personas con un elevado nivel de estrés y que padecen bruxismo suelen sufrir la aparición de torus con un desarrollo considerable.
Como vemos, el torus lingual tiene distintas formas de manifestarse y no está de más que un profesional examine las protuberancias para determinar si es necesario tratarlas o no. En la clínica dental González Baquero ponemos a tu disposición la última tecnología y los mejores profesionales para tratar cualquier tipo de dolencia bucodental. Pide cita en la mejor clínica dental en Madrid y te atenderemos como te mereces. ¡Te esperamos!