En nuestra clínica dental de Madrid atendemos numerosos casos de incrustaciones dentales. Este tipo de tratamiento consiste en la restauración dental del paciente cuando necesita una estética perfecta o cuando hay daños en la estructura dental y se opta por una alternativa a las coronas dentales. Podríamos decir que las incrustaciones dentales son empastes que se llevan a cabo en el laboratorio y que encajan en la pieza dental perfectamente respetando la armonía y la anatomía de la dentadura del paciente.
La incrustación dental supone un importante avance en la odontología conservadora por sus numerosas ventajas, como su resistencia mecánica, sus propiedades estéticas, biocompatibilidad y la posibilidad de reemplazar coronas dentales cuando la pieza dispone de suficiente estructura dental.
Pasos a seguir en las incrustaciones dentales
Se requieren dos sesiones en la clínica dental para proceder con el tratamiento de incrustaciones dentales. Vamos a verlo con más detalle:
Primera sesión
Es la que se emplea para la fabricación de las incrustaciones dentales provisionales. Se lleva a cabo la impresión de las piezas dentales mediante moldes y se envían al laboratorio para fabricar las incrustaciones dentales con el material más apropiado para el caso en cuestión.
Segunda sesión
En la segunda cita, una vez recibidas las incrustaciones del laboratorio, se prueban en la dentadura del paciente y se procede a la cimentación para fijarlas definitivamente y comprobar que a nivel estético se consigue un aspecto perfecto entre la pieza o piezas con incrustación y el resto de los dientes.
Principales ventajas de las incrustaciones dentales
Estas son los principales beneficios que obtiene el paciente con el tratamiento de incrustaciones dentales:
- Reconstruyen a la perfección el tamaño, color y brillo del diente original
- Proporcionan una gran estética dental y resultan casi invisibles
- Se reducen las filtraciones de caries
- Se controla mejor el contorno y el contacto entre los dientes
- Apenas hay sensibilidad dental después de instalar la incrustación
- La estructura remanente del diente queda protegida
- Refuerzan el diente hasta un 75%, incluidos los endodonciados
- Requieren menos desgaste dental que una restauración directa con composite
Diferencias entre las incrustaciones y coronas dentales
Las coronas dentales son unas fundas que tienen forma de diente y que se colocan sobre la pieza natural cubriéndola totalmente. Se utiliza un cemento especial para fijar la corona al diente natural y, de esta forma, se recupera el tamaño, la forma y la funcionalidad del diente.
Las incrustaciones dentales se suelen utilizar más que las coronas dentales en zonas de la boca donde la estética dental resulta necesaria. También en los márgenes supragingivales, en piezas con endodoncia, en restauraciones con prótesis dentales y en pacientes con pocas caries dentales.
Por el contrario, las coronas dentales se recomiendan en caries avanzadas, dientes desgastados, fracturas o implantes dentales. La principal diferencia entre una incrustación y una corona dental es que la primera proporciona mayor estética cuando se necesita y se restablece con más garantías la función de masticación. Además, a diferencia de las coronas dentales, no se necesita llevar a cabo el tallado de toda la superficie del diente y se puede preservar la estructura sana del diente.
Las incrustaciones disminuyen el riesgo de desgaste y fractura dental que sí existe en los dientes reconstruidos. El material de fabricación es otra diferencia importante. La incrustación suele ser de resina o cerámica, sin embargo las coronas tienen una amplia variedad de materiales como la porcelana, el zirconio, metal, composite o aleaciones de oro.
Tipos de incrustaciones dentales
Hay tres tipos de incrustaciones (inlay, onlay y overlay) que se utilizan para la reparación de dientes posteriores con endodoncia o que han sufrido una importante destrucción por la caries. También sirven para la restauración de dientes fracturados o agrietados y siempre que no sea necesaria la utilización de una corona dental.
La incrustación inlay no alcanza ninguna cúspide dental. La incrustación onlay alcanza al menos una cúspide dental y la incrustación overlay cubre todas las cúspides. Cada una de ellas se instalan utilizando técnicas diferentes.
Para la instalación de una incrustación inlay se utiliza la técnica directa, indicada en restauraciones preventivas y con tamaños dentales pequeños y medios. Con una cita es suficiente para llevarla a cabo.
En la incrustación onlay se utiliza la técnica semidirecta, un procedimiento que se puede hacer de manera intraoral como extraoral y está indicada para restauraciones cementadas con tamaños medios o grandes. Se requieren dos citas en la clínica para llevarla a cabo.
En la técnica indirecta, utilizada en la incrustación overlay, se requieren varias citas en la clínica y debe intervenir el laboratorio en su elaboración. Se aplica en restauraciones de un tamaño muy grande.
Incrustaciones de composite
Este tipo de incrustación se realiza cuando la contracción de polimerización ya está controlada y se utiliza en restauraciones donde se pueden mejorar ampliamente las propiedades físico-mecánicas de las piezas dentales. Es una técnica con mejores resultados respecto a las técnicas de polimerización convencionales. El composite dispone de una resistencia muy alta a las fracturas, la torsión, tracción y compresión y además se desgasta menos que otros materiales.
Incrustaciones de oro
Este procedimiento restaurador consiste en la colocación y cementación de oro en la pieza dental. Están indicadas para las grandes cavidades, la protección de molares y premolares con endodoncia o aumentar el diámetro y la altura de molares que no llegan al plano oclusal.
Este tipo de incrustación es muy sólida y puede llegar a durar en un mínimo de 20 años, aunque también es más costosa. Se requieren varias visitas a la clínica porque es necesario conseguir impresiones muy detalladas para enviar al laboratorio.
Incrustaciones de zirconio
Se trata de un tipo de incrustación que ofrece una gran naturalidad porque no se utiliza ningún tipo de metal para su fabricación. De esta forma, proporciona una estética perfecta gracias a su integración con el color del diente original. El paciente puede seleccionar el tono que desea para que sea lo más parecido posible a las piezas contiguas y así se consigue la armonía en toda la dentadura. Como no tienen metal, en caso de desgaste excesivo o fractura dental, es muy difícil que tengan que ser sustituidas por coronas dentales.
Si tiene cualquier duda sobre las incrustaciones dentales, pida cita con nosotros, estaremos encantados de atenderle.