Cuando un odontólogo realiza una endodoncia debe estar completamente seguro de que todos los conductos radiculares de la pieza intervenida han quedado limpios para evitar infecciones y la probable formación de fístulas. La infección, si no se trata a tiempo, podría desembocar en una progresiva pérdida de hueso con resultados nada deseables como la eliminación de la pieza dental.
Sin embargo, para evitar estas eventualidades, se puede llevar a cabo una reendodoncia para reparar y mejorar la endodoncia anterior, limpiando los materiales del interior de los conductos y sellándolos para evitar la proliferación de bacterias y cualquier agente externo que pueda provocar una infección.
Una endodoncia puede fracasar por los siguientes motivos:
- Complicaciones en la anatomía de los canales radiculares no detectados en la primera endodoncia.
- No se eliminaron bien los microorganismos en la primera endodoncia.
- Existencia de canales curvos o restringidos.
- Se retrasó demasiado la colocación de coronas u otras restauraciones.
- La endodoncia practicada no impidió el contacto del interior del diente con la saliva.
- Nuevas caries que exponen el canal de la raíz del diente a una nueva infección.
- Pieza dental fracturada.
Los principales síntomas que tienen los pacientes que necesitan un tratamiento de reendodoncia pueden ser los siguientes:
- Dolor que no ha remitido desde la primera endodoncia.
- Hinchazón facial.
- Sensibilidad en la palpación o percusión.
- Conducto sinusal supurante.
Cuando el paciente acude a la clínica dental con alguno de estos síntomas se le practica una radiografía para observar si los conductos radiculares han sido tratados correctamente. Si se observan conductos mal obturados, caries que pasaron desapercibidas o lesiones apicales que no existían es el momento de aplicar una reendodoncia.
El endodoncista debe comprobar antes de proceder con la reendodoncia que se puede reconstruir la pieza y que se puede acceder a los conductos sin necesidad de recurrir a la cirugía. También que el periodonto esté en perfectas condiciones y no se mueva la pieza.
¿Cómo se lleva a cabo una reendodoncia?
El endodoncista necesitará el uso de radiografías intraorales para comprobar con exactitud y claridad cuál es el estado de la pieza que ya recibió endodoncia. No todas las clínicas disponen de la última innovación tecnológica en este aspecto, por tanto es importante acudir a clínicas capaces de ofrecer la mejor respuesta tecnológica como es el caso de nuestra clínica dental de Madrid.
Una vez comprobado el estado de la pieza, se requiere anestesiar la zona, ya que el especialista debe practicar una cavidad para acceder al interior del diente y remover el material que se utilizó en la primera endodoncia. Después procederá a limpiar e irrigar los conductos radiculares para eliminar los microorganismos existentes y después rellenar con el material adecuado.
A continuación, se colocará un empaste provisional que será sustituido una semana más tarde por uno definitivo. Dependiendo de la morfología de los conductos y el estado previo de las piezas que necesitan reendodoncia se pueden necesitar más de una sesión para llevar a cabo el tratamiento.
En la clínica dental en Madrid González Baquero disponemos de los mejores profesionales y los equipos más sofisticados para llevar a cabo todo tipo de tratamientos de reendodoncia. Cualquier problema tiene solución en manos expertas. Visítenos.