Hace poco más de un año la clínica dental González Baquero y abrió sus puertas tras una remodelación arquitectónica del espacio. Buscaban con esta reforma un nuevo ambiente de trabajo, más actual, adaptado a las necesidades técnicas, profesionales y de los pacientes. Una de las pautas que siguió el director del proyecto, Andrés Hernández Alonso, fue su imperiosa necesidad de adaptar el espacio de trabajo al qué hacer del día a día.
La premisa fundamental que González Baquero estableció con el arquitecto responsable fue que la clínica tenía unas exigencias de diseño de su espacio diferentes. Ésta es la razón por la que fue Hernández Alonso el encargado de esta remodelación.
Este arquitecto coruñés, de 35 años, y licenciado en Arquitectura en la Universidad de A Coruña, se especializó en el diseño y remodelación de clínicas dentales. González Baquero busca lo mejor para su clínica y sus pacientes. Por esta razón se buscó la unión de espacios altamente eficientes con aquellos que debían mantener un ambiente más humano y tranquilo.
“Este encargo tenía el reto interesante de unificar los gustos de dos generaciones (…), desde quienes buscaban una imagen actual y técnica, a quienes exigían un ambiente relajado e íntimo para los clientes”, comenta el arquitecto. Sin duda se reafirma al decir que unir estos dos conceptos era el alma mater del proyecto, pero siempre teniendo en común la precisión, funcionalidad de los espacios y su organización.
Andrés Hernández Alonso se centró mucho en la iluminación, sobre todo en que la clínica tuviese una luz natural. Para él era un material más, porque la importancia que da la iluminación es crucial para el trabajo de los doctores.
Las pruebas de iluminación se hacen por medio del ordenador y posteriormente una prueba de “in situ” para confirmar que el color y la potencia son adecuados para el trabajo clínico, tanto en la sala de espera como en las salas donde trabajan los dentistas. El equilibrio de los interiores se refuerza también con un proyecto de iluminación muy adaptado al espacio, así como por la elección de los colores, y con iluminación integrada en los techos.
Hace poco más de un año que la clínica González Baquero ha abierto sus puertas tras esta reforma y dado que la opinión de nuestros pacientes es la más importante, les hemos preguntado y así nos han respondido: “Acostumbrados a clínicas dentales de ambiente más bien frío y aséptico, es toda una sorpresa encontrar una clínica como ésta con un espacio acogedor, relajante y cálido a la vez que funcional.”
Gracias a la revista Dental Practice por la publicación de un artículo en el número de Agosto 2013 sobre la remodelación llevada a cabo por Hernández Alonso y a todos nuestros pacientes, sin lo cuales no seríamos González Baquero.